Azafrán solanero en plena cosecha /Foto Juan Pedro García

La llegada de noviembre ha traído hasta La Solana el color morado de la rosa del azafrán. Una semana después de que las tablas del teatro Tomás Barrera acogiera la representación zarzuelera por excelencia en nuestra localidad, el protagonismo ha llegado para esa «flor arrogante que brota al salir el sol y muere al caer la tarde», tal como recoge la escena de «La Monda».

Siempre es un espectáculo poder comprobar la perspectiva de los campos morados, con las flores abiertas y llenando de vida el otoño. Y la magia se ha vuelto a producir justo en el comienzo de noviembre. La cámara de Juan Pedro García, ha recogido estas imágenes de varios azafranales y la posterior monda que ilustran una de las tradiciones agrícolas más románticas de la localidad. Las fotos de Juanpe, y la colaboración de los cultivadores, nos permiten traerles este reportaje que para quien lo narra es una verdadera delicia llena de nostalgia y recuerdos.

Monda de la rosa de azafrán /Foto Juan Pedro García

La Solana es un referente de la agroalimentación regional. Eso lo sabemos todos los que llevamos sangre solanera. Pero también lo saben quienes nos visitan y prueban alguno de los numerosos productos «Made in La Solana». Este reportaje es posible gracias a la amabilidad de Azafrán María, Mariano Cerepe y Juan Pablo Jareño. Ellos han permitido que la cámara de nuestro colaborador plasme estas bellas imágenes. Las fotos están tomadas en el primer día que ha dado rosa. Un día de «apretón» como se conoce en la jerga azafranera. Se estima que será una buena cosecha. Las ubicaciones de las imágenes corresponden al camino de Argamasilla de Alba.

Recolección de Azafrán este 1 de noviembre en La Solana / Foto Juan Pedro García

Tras la recogida de la rosa, con su consecuente esfuerzo en los riñones, llega la monda. Todo un ritual en torno a la mesa. Un trabajo minucioso que tiñe las yemas de los dedos de ese color azulado y amarillento difícil de eliminar. Tras la monda (intercalada con merienda, charla y algún que otro chismorreo) llega el tueste del clavo. Se estima que se necesitan casi 190.000 flores para conseguir un kilo de azafrán. En realidad el valor está en el pistilo del «crocus sativus» (nombre científico de la rosa).

Tras la cosecha, que se puede prolongar durante una semana, llegará la venta del «oro rojo» y su posterior distribución. Viendo las imágenes, es fácil comprender el alto valor de este producto que es toda una seña de identidad para La Solana. A pesar de los competidores extranjeros, la calidad del producto manchego es incomparable. Ojalá algún día veamos una escultura en nuestras calles dedicada a esta flor espectacular que florece en pleno otoño cuando el frío acecha. Sería una merecida recompensa para las decenas de familias que han hecho y hacen posible que La Solana esté en el mapa de una especia que algunos sitúan hace 3.000 años.

Juan Pedro Araque

Por Juan Pedro Araque

Creador de LaSolanaMedia. Licenciado en Geografía por la UCLM. Profesor de Secundaria. Cursando el Grado de Periodismo de la UCLM.